viernes, 26 de marzo de 2021

09 DE MARZO DE 2021: DÉCIMO SÉPTIMA AUDIENCIA

AUDIENCIA 17

(Fuente: Diario Contexto)

En la décimo séptima audiencia del debate oral con modalidad virtual del Juicio Brigadas Banfield, Quilmes y Lanús, prestaron declaración testimonial Miguel Ángel Prince y otra sobreviviente que solicitó no dar difusión a su testimonio.

Luego de la declaración de la primera testimoniante, declaró Miguel Ángel Prince, ex intendente y actual concejal de LujánComenzó su testimonio señalando que en el año 2004 y voluntariamente, prestó declaración testimonial en los Juicios por la Verdad; consideró que el presente es una continuación de ese primer testimonio que sirve como base o referencia para la investigación.

Prince contó que fue secuestrado en la noche del jueves 2 de septiembre de 1976 de un pensionado estudiantil/universitario en calle Lavardén 95, en Parque Patricios. Un grupo de tareas irrumpió en el lugar y lo sometió durante alrededor de media hora a simulacros de fusilamiento y otro tipo de maltratos y torturas.

Explicó que lo trasladaron en el baúl de un auto, con los ojos vendados y las manos atadas en la espalda, hasta lo que pudo identificar posteriormente como la Brigada de Lanús conocida como “El Infierno”. A partir de las preguntas de las partes, explicó que suponían que era zona sur no solo por los tiempos de los traslados, sino también gracias a datos como una publicidad aérea que promocionaba las funciones de un circo de Avellaneda.

En su momento, intuyó que llegaron a una especie de playa de estacionamiento o un subsuelo porque luego subieron unas escaleras hacia la planta donde se encontraban los calabozos. A estos “se accedía a través de una puerta grande de hierro con pasadores y después un pasillo hasta las celdas chicas”. Otro dato que mencionó como importante para la identificación del CCD fue que en el piso de arriba de los calabozos, se encontraba el lugar destinado a tormentos e interrogatorios; pudo diferenciarlo no solo porque se escuchaba sino porque él también fue llevado ahí. Posteriormente detalló que “no tenían mucho sobre lo que interrogarme” dado que desde principios de 1974 estaba desvinculado de Montoneros, la organización en la que militó. De todas maneras, las preguntas se centraron en algunos compañeros de Luján, como Kelly y Palazzo.

Al momento de su llegada, lo dejaron en un calabozo en el que ya se encontraba Carlos Ochoa, empleado del Banco Nación, de la localidad de Monte. Luego llegaron a esa misma celda Victor Marcasciano un joven de alrededor de 15 años, vinculado a la militancia secundaria de la ciudad de La Plata; y Gustavo Fernández. A raíz de las preguntas de la Fiscalía, señaló que estimaban que en el lugar habría habido al menos diez o doce personas, dada la cantidad de celdas. Mencionó que también se encontraban en el lugar Carlos Fernández, Juan Yoli y algunas otras personas que cree recordar eran de General Rodríguez.

“Esto es importante en relación a los hechos que se investigan: las características del lugar y la atención estaba vinculada con fuerzas policiales (…) En función del trato de este personal, que era el que nos atendía diariamente -nos daba la comida, nos trasladaba al baño, y demás-, sabíamos que no era la misma fuerza o el mismo grupo de tareas que se ocupaba de los traslados, los interrogatorios y las torturas. Todo indica, o la impresión con la que nos quedamos es que este era un espacio de la Policía de la Provincia de Buenos Aires utilizado por estos grupos; que en mi caso personal se trataría de efectivos del Ejército con jurisdicción en cuanto a la represión en Luján y más específicamente con responsabilidades en el Regimiento VI de Infantería de Mercedes”.

Según explicó Prince, entonces, el personal que trabajaba en el lugar al que fueron llevados, quienes los “atendían” se mostraban distantes y hasta críticos del procedimiento de las fuerzas del Ejército. Según lo que les comentaron, consideraban que no tenían responsabilidad en los hechos, dado que estas otras fuerzas usaban su espacio físico, pero ellos opinaban que la represión estaba mal porque se dirigía a perseguir inocentes y jóvenes de manera injusta.

Lo liberaron el martes 7 de septiembre de 1976 junto con Corin Yoli -trabajadora social y militante territorial en la Ciudad de Buenos Aires, parte de una familia conocida de General Rodríguez- y su hermano Juan. A Corin y a él los dejaron en un baldío de Dock Sud, y Prince resaltó como un dato relevante que el tiempo de traslado fue de alrededor de 10-15 minutos. Ante la pregunta de la querella Justicia YA, contó que se enteró hace algunos años del fallecimiento de Corin. Además, detalló que desde ese descampado tomaron un micro hacia la Ciudad de Buenos Aires y se bajaron detrás de la Casa Rosada, ahí se separaron.

A continuación, Prince respondió preguntas de las partes. La Fiscalía le consultó si había tenido la posibilidad de identificar a alguno de sus victimarios. Respondió que a partir de sus recuerdos personales, su militancia y trabajo en DDHH, y la experiencia de su compañera de aquel momento, Beatriz Dobal, identificaron al que aparecía como el jefe del grupo que los secuestró -primero a ella y luego a él-. Una persona alta con voz nasal, que por datos complementarios saben que se trataría del Teniente Primero Durán, que tuvo mucha actuación en trabajos de inteligencia del Regimiento VI de Infantería de Mercedes. Sobre esta persona agregó que casi diez años después -cuando comenzaron las sediciones y los levantamientos de los “carapintadas”- apareció con destino en Salta o en Jujuy encuadrado o involucrado en estas asonadas.

La abogada Santos Morón, de la querella de Justicia YA, le preguntó a Prince si podía relatar cómo fue su vida luego del secuestro. A partir de conversaciones con otrxs sobrevivientes pudo ver que muchxs coincidían en que al momento de liberarlxs, los secuestradores les “daban consejos de vida”; por ejemplo “que nos cuidemos y nos portemos bien”. A él particularmente, le dijeron que no vaya a Luján por lo menos por un año. Prince explicó que las consecuencias de esto se extienden hasta el día de hoy, hay cosas que no se terminan de digerir, de entender, de evaluar su impacto.

“Durante bastante tiempo, yo recuerdo, (…) esto de modo inmediato cuando volvió la democracia o en los últimos años del autodenominado “proceso” (…), en aquel momento vivíamos una situación de psicosis, de persecución, de duda. Si nos seguían, si cuando uno volvía a su domicilio había alguna presencia que resultaba sospechosa, algún coche (…) es lo que se plantea en este tipo de situaciones, convivir con sensaciones tenebrosas” explicó.

Por otro lado, y aunque no estaba seguro si a eso iba la pregunta, señaló que “(…) con la democracia, todavía seguía la estigmatización y los prejuicios ‘este zurdo, este montonero’. Bueno, concretamente hay un informe de la DIPPBA (…) donde hay muchas calificaciones en cuanto a mi persona como DS ‘delincuente subversivo’ ”.

Al finalizar la audiencia, la querella de Justicia YA solicitó que se oficie al Registro de las Personas a los fines de establecer el fallecimiento de Corin Yoli.

 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

AUDIENCIA 37 DEL JUICIO POZO DE BANFIELD, POZO DE QUILMES E “INFIERNO”

FUENTE: DIARIO CONTEXTO - Ago 24, 2021 E l secuestro y desaparición de Ricardo Darío Chidichimo, por entonces meteorólogo recibido e...